La sociedad de la información que incluye los múltiples
avances científicos y tecnológicos de las últimas décadas, ha cambiado el
entorno y la manera de comunicarnos. En este nuevo modelo de sociedad la
información sobra en múltiples medios y plataformas, las distancias no existen
y los mensajes viajan a la velocidad de la luz.
Este nuevo paradigma social y la forma de comunicarse que acarrea,
nace al unísono con las generaciones más jóvenes. La “Generación Z”, también
llamados “nativos digitales”, son los jóvenes nacidos entre 1996 y 2004,
aquellos que poseen la capacidad innata de la tecnología.
La vida moderna en la cual nacen estos niños, tiene acepciones
positivas y negativas. Por un lado los niños son más creativos y al mismo
tiempo, desarrollan la capacidad de realizar varias actividades al mismo
tiempo. Además, son más flexibles al cambio y más proclives a aceptarlo.
Pero por otro lado, al llevar un estilo de vida tan
cambiante, se pierde la capacidad de concentración y de dedicación en una
tarea. Aparece entonces, la frustración y la falta de motivación. La presión es
otro factor negativo puesto que, inconscientemente, se necesita que “todo”
suceda “ya” y “ahora”.
Al mismo tiempo, la Web 2.0 usada para comunicarse, puede
llegar a “incomunicar” a los jóvenes, debido a que provoca un “encapsulamiento”
dentro del mundo digital, perdiendo contacto con el mundo real y la capacidad
de relacionarse personalmente. Por ende, pierden la capacidad de trabajar en
equipo, de conectarse con sus pares y de establecer relaciones de amistad reales.
Es muy importante entonces, que en base a este nuevo
planteamiento de sociedad se tomen algunas medidas para incrementar sus
beneficios y otras para mitigar sus desventajas. Ya que, la tecnología avanza
día a día y sólo podemos más que aceptarla, adaptarnos a ella y a los cambios
que devengan.
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